Consiste en que, en la medida de lo posible, el individuo se vaya amargando y alienando progresivamente dejando atrás cualquier resto de creatividad, alegría, inocencia, así como quemando todas las oportunidades para ser feliz. Madurar es sinónimo de tratar de fastidiarse la vida. Vivir de manera atormentada, preocupándose por cosas que no existen y sufriendo de manera anticipada.
No se preocupen. No existe ningún remedio. Mientras quede sociedad en pie, o gente viva, alguien se encargará de que los demás maduren. Desde las más variadas instituciones, como la escuela , la familia, el trabajo y, no olvidemos los medios de comunicación, se van a encargar de ayudarnos a llegar a tan noble meta. Bien sea por envidia, por hacer un bien al individuo o por mantener el orden social de las cosas, el advenimiento de la madurez es totalmente inevitable.
Es un destino hacia el cual estamos todos abocados. Unos antes y otros después, todos acabaremos arrastrándonos entre la mediocridad.
Disfruten mientras puedan, porque cuando maduren se les habrá acabado.
